Estamos en otoño, la estación del año de las hojas caídas, las setas y la lluvia. Los cielos empiezan a cambiar a de color, los días a hacerse más cortos y tus bujes a crujir y a emitir diversos »quejidos» después de un polvoriento verano y un par de embarradas salidas.
En pocas semanas he realizado bastantes reparaciones de bujes, sobre todo traseros, que después del intensivo uso del verano han comenzado a pedir atención a gritos . Y una de las cosas de las que me doy cuenta es del escaso mantenimiento preventivo que much@s ciclistas hacen a sus ruedas. Esto algunas veces puede provocar algunos desastres bien guapos y que el mantenimiento curativo sea bastante más caro.
Como ejemplo drástico de esto pondré el caso de una rueda a la que hubo que sustituir el buje completo. Un fantástico buje ultra ligero y bastante caro todo sea dicho. El cliente me comenta que su rueda no va fina, tiene un poco de holgura y hace un ruido al girar. Días más tarde nos llega la rueda y tras desmontar me encuentro con el desastre. Rodamientos deshechos por completo, cuerpo del núcleo completamente limado e inservible. El propietario había seguido usando la rueda con los rodamientos destrozados hasta el punto de limar los alojamientos de los rodamientos en el interior del cuerpo del buje. En el cuerpo del núcleo más de lo mismo.
Lo que unas semanas antes se habría solucionado con unos rodamientos nuevos ahora requería de un buje nuevo y el consiguiente radiado completo de la rueda.
Si el uso que le das a tu bicicleta no es demasiado intensivo quizás bastaría con dar un repaso a tus bujes un par de veces al año. Este tiempo se puede acortar a un par de meses si hablamos de un uso más »cañero».
Los bujes modernos de cierta calidad con rodamientos sellados (la mayoría actualmente, aunque aún quedan marcas que confían en los clásicos rodamientos de bolas y conos) se desmontan de una forma bastante sencilla. Algunos incluso podemos abrirlos para una limpieza y lubricación básicos sin utilizar herramientas.
A continuación os dejo unos pasos para el mantenimiento básico de vuestros bujes:
-Retirar cassette y discos. Una vez retirados limpiar el buje y cuerpo del núcleo. Comprobar visualmente el estado del cuerpo del buje y del núcleo. Si vuestro núcleo es HG o Microspline comprobar que las estrías del núcleo no se encuentren melladas, un problema bastante común en núcleos de aleaciones muy ligeras. Además si has tenido alguna salida de cadena por la corona superior deberías revisar el estado de tus radios.
-Extracción del cuerpo del núcleo o rueda libre. Pasamos a las tripas de nuestro buje. Básicamente podemos encontrar dos formas para realizar este paso. En algunos bujes nos bastará con estirar del cuerpo del núcleo con la mano y saldrá a presión, en otros tendremos que recurrir a herramientas para retirar las tapas del eje. Si es la primera vez que desmontáis vuestro buje os recomiendo acudir a internet y buscar información acerca de vuestro modelo de buje, muchas marcas tienen en su página fichas de información de producto en las que podemos ver el desglose de componentes del buje e incluso tutoriales de mantenimiento.

Una vez fuera procederemos a limpiar de forma concienzuda todo resto de suciedad, grasa vieja etc. Si vuestro núcleo es de trinquetes mucho ojo, en algunos modelos es sumamente fácil que se nos caiga uno de los trinquetes y creedme que estas pequeñas y endemoniadas piezas tienen un don para rebotar y deslizarse hasta los lugares más recónditos e inaccesibles. Por suerte cada vez son más los modelos que llevan los trinquetes sujetos con algún anillo metálico que ejerce a su vez de muelle o un circlip. Limpiaremos el cuerpo del núcleo, anillo dentado etc. Para ello podemos ayudarnos de un desengrasante no agresivo para juntas y sellos de los rodamientos y un cepillo de dientes o similar. Al igual que hicimos con su parte exterior, en la que se aloja el cassette, comprobaremos que la parte del núcleo que trabaja junto a los trinquetes en el interior del buje no tenga marcas. De tenerlas es un signo evidente de que los rodamientos interiores del núcleo y posiblemente los del buje, deban ser sustituidos.

Una práctica muy recomendable a la hora de desmontar vuestros bujes, o cualquier otro componente, es la de colocar en vuestro banco de trabajo, mesa o similar, un trapo o papel blanco y sobre él ir colocando en orden cada pieza. De esta forma no habrá dudas a la hora de montar de si esa arandela iba antes o después del casquillo etc. Lo del color blanco del trapo o papel es simplemente para aumentar el contraste visual de las piezas sobre el fondo blanco. Parece una tontería pero os aseguro que un trinquete perdido se ve mucho antes sobre un papel blanco que en un trapo negro mugriento lleno de grasa.

-Comprobaremos el estado de los rodamientos. Haremos girar los rodamientos del interior del núcleo con nuestro dedo y para los del cuerpo del buje haremos girar suavemente el eje que aún no hemos retirado. El giro se debe notar suave y sin holguras, si notamos esa sensación de que el rodamiento rasca como si tuviese arenilla en el interior o notamos algún tipo de holgura mi consejo es que deberías considerar su sustitución para evitar sustos.

Si tus rodamientos están en buen estado y quieres prolongar su vida, puedes abrir sus sellos y realizar una limpieza y engrase. Para esto es muy útil disponer de un compresor. Abrimos uno de los sellos y aplicamos un spray desengrasante, posteriormente secamos o soplamos con el compresor para retirar los restos del mismo y procedemos a engrasar. Una pequeña jeringa rellena de grasa es muy útil para esto. Mi recomendación es que utilicéis una grasa que soporte temperaturas de trabajo algo altas. Tened en cuenta que el rodamiento de una rueda tiene una fricción y unas revoluciones de trabajo elevadas, no es que se vayan a poner al rojo vivo, pero si vuestra grasa no es adecuada para ese trabajo seguramente licuará y supurará por los sellos, por este mismo motivo no se deben lubricar los rodamientos con aceite en spray, porque este penetra y también licuará nuestra grasa.
No todos los rodamientos van a poder ser engrasados de esta forma sin desmontarlos. En rodamiento interno del núcleo no es accesible sin desmontar completamente el mismo. En el cuerpo del buje dependiendo de la marca es posible que podáis realizar esta maniobra en los rodamientos de ambos lados del buje, pero no siempre es así.
-Engrase final y ensamblaje: Una vez todo limpio y rodamientos en perfecto estado es la hora de montar. Es importante recordar que los sistemas de trinquetes o Ratchet requieren de grasas especiales para su buen funcionamiento. Con ayuda de un pincel aplicaremos grasa sobre el cuerpo del eje en que colocaremos el núcleo. También podemos poner una fina capa de grasa sobre los rodamientos, esto ayuda a protegerlos algo más de la entrada de humedades y suciedad, pero ojo con aplicar demasiada grasa en el rodamiento del interior del anillo dentado en el que trabajan los trinquetes, el exceso de esta puede ocasionar que los trinquetes no engranen en el dentado. También podemos aplicar esa pequeña capa de grasa en el rodamiento exterior del núcleo.


Como comentaba, para el buen funcionamiento de trinquetes o Ratchets debemos utilizar grasas adecuadas, pero si no disponemos en el momento de ellas siempre hay soluciones para salir del paso. Los aceites lubricantes para cadena tipo WET o Húmedo son ideales para los sistemas de trinquete. Suelen ser aceites algo más densos y que además repelen a la humedad. Para los Ratchets lo ideal es utilizar alguna de las grasas especiales para este sistema disponibles en el mercado, pero podemos optar por una grasa de alta adherencia diluida con aceite mineral. Mucho cuidado con aplicar grasa sin conocimiento a este sistema, incluso si es la original.


En cualquier caso os recomiendo que después del engrase y montaje os deis una vuelta cerca de casa para comprobar que los engranajes del núcleo funcionan correctamente y evitar así que en medio de una ruta os encontréis con un problema que se podría haber solucionado en casa retirando un exceso de grasa.
Para un mantenimiento más exhaustivo ya tendríamos que contemplar la retirada de todos los rodamientos y elementos del buje. En algunos casos esto requiere de herramientas específicas, aunque muchas pueden sustituirse por útiles no demasiado complicados de »fabricar». Una varilla roscada, unas arandelas y unas llaves de vaso de una carraca pueden hacer maravillas.
Pero eso lo reservamos para otra publicación en la que os hablaré de las herramientas adecuadas para ello o en su defecto como conseguir unos útiles caseros que os hagan el papel. También os explicaré algunos detalles a tener en cuenta a la hora de trabajar con rodamientos, ya sean para vuestras ruedas, pedalieres o basculantes.
Nos vemos en los senderos.